Tradicionalmente las chicas suelen lucir un vestido largo generalmente blanco o de suaves colores, guantes largos y un ramillete de flores en su mano derecha. No obstante, hoy en día, hay una gran libertad en ese sentido, especialmente en las fiestas de los 15 años, que resaltan por sus alegres colores en el vestuario y la decoración. También tienen cabida los tocados florales en el cabello o las diademas.
Los chicos, al igual que los invitados masculinos de la fiesta, han de vestir con esmoquin o frac con pajarita, pero la tradición impone que no sea oscuro.
Las puestas de largo pueden ser colectivas e individuales y especialmente las primeras acostumbran a iniciarse con un baile de presentación. Asimismo, los regalos se han actualizado y se puede obsequiar a las y los protagonistas con obsequios clásicos o incluso tecnológicos.
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